Asi se volvio mi vida

No se como carajos lo voy a lograr pero este año tengo que terminar con Internet desde mi San Pacho precioso, es que me toca salir hasta Apartado o Turbo para poder acceder a la red, y si que me hace falta. En Triganá había un computador con Internet, pero como la energía es tan inconstante y no tenia regulador bueno, lógicamente se quemo y toco salir de nuevo a la ciudad.

Ya estando de nuevo en Apartado aprovecho para hacer un combo de vueltitas necesarias como pelear con los desgraciados de CAFESALUD que no sirven pa un carajo. Después de un montón de peros y requisitos y sólo porque mi firma en el formulario estaba con lapicero azul, no recibieron los papeles y mi madre y yo llevamos 20 días sin cobertura de salud, y eso que llevo 7 años vinculado a esa cosa, esto es ridículo y el colmo, ya hice las vueltas acá con Coomeva, me paso desde hoy y asunto arreglado. MALPARIDOS!!
Este tipo de pendejadas son las que cada vez me ratifican que tome la decisión acertada al venirme pa la selva, no saben la alegría que es despertar en San Pacho y pensar todo el dia en cosas tan, pero tan diferentes que la verdad no me hace falta la ciudad pa nada, lo unico que sigo extrañando si son los helados, de resto no, bueno al menos por ahora.

Es que la vida simple da muchas alegrías, un día mío en San pacho es asi:
Mas o menos a las 6:30 de la mañana esta saliendo el sol en esta temporada del año, mas adelante con los solsticios y equinoccios cambiara la hora de salida y entrada del sol, pero por ahora a esa hora empieza a asomarse una bola anaranjada preciosa del mar y cuando no estoy sentado con una deliciosa limonada de limones cogidos por mi propia manito en el deck de la cabañita de leo esperando este espectáculo, el sol se encarga de despertarme pa que lo vea, es que los rayos del amigo Jaramillo se reflejan en el mar y entran a mi pieza y me alumbran hasta que me despiertan. Luego de que el sol ya comienza a levantarse del mar, me pongo la pantaloneta y pal agua, solo es bajar unos metros desde la cabaña y sumerjo mi trajinado cuerpecito en el precioso mar, nado un ratito o simplemente juego con las olas, luego salgo, me ducho con agua dulce y me pongo a arreglar mi casita, en esos momentos ya están llegando los pescadores que desde las 4:30 de la mañana han salido a extraer los frutos del mar, mas por curiosidad que por otra cosa bajo de nuevo a la playa hatsa las pangas y veo sus tesoros, de todo, peces de nombres que no recuerdo, cosas como Toyos(tiburones pequeños), centollo(un cangrejo grandote y de caparazón no liza como los que conocía y de muy buen sabor), pargos, langostas, …….luego subo a desayunar en la casa de Cesar con Jennifer y con la pequeña Jazmín. Ya a eso de las 9 de la mañana me voy a mi lotecito a volear machete o serrucho si es necesario o me voy a ayudarle a Víctor, hermano de Cesar y otro mas de los Vélez, a construir una casa para una señora de Medellín al final de la playa de rio ciego, en este momento estamos terminado las bases y comenzaremos la parte de estructuras, me gusta eso de estar aprendiendo y practicando en otras casa antes de comenzar con la mia, pues tengo la oportunidad practica de preguntar cuanta estupidez se me viene a la cabeza y el buen y paciente Víctor me responde con toda la calma y los detalles del caso.
A eso de las 2 de la tarde dejamos de trabajar y volvemos al pueblo a almorzar, lo que no se hizo de 6 de la mañana a esa hora ya no se hace, o al menos así piensa mucha de la gente del pueblo que madrugan a hacer sus labores para en la tarde dedicarla al hogar o a labores mas placenteras. Mi almuerzo es bastante variado, no solo como pescado, hay pollo o carne de vez en cuando, siempre hay sopita y ensalada y los ingredientes infaltables en la comida Sanpachense el arroz y el plátano que son imperdonables, incluso algunos habitantes cuando no hay nada mas, con solo platano, arroz y agua panela aseguran la base de su comida, la carne pollo o pescado lo llaman “la liga” y si no hay liga pues hay arroz y plátano suficiente pa llenar la barriga.

Los martes, jueves y sábados por la tarde (eso es de 3 pm a que se oculte el sol) cuando va llegando el combo comienza el cotejo futbolístico, GRACIAS DIOS!!! Estos morenos son fanáticos del fútbol, la mayoría hinchas del nacional y algunos han sido jugadores profesionales de diferentes equipos como el millos, el real Cartagena y del verde y otros equipos de primera B, jugamos por lo general al final de la tarde cuando el sol no pega tan duro y entre los 22 jugadores, porque es cancha grande o mejor potrero grande con buenos morros, hay negros, indios, antioqueños, niños y a veces una que otra mujer. Se corre bastante, se bolea pata sabroso, muchos juegan descalzos, hay unos muy talentosos, habemos otros regulares y no faltan los petardos o troncos pero en general es un ambiente muuuy charro porque los negros alegan y se echan puyas todo el partido y hay unos con humor fino, entonces se hace deporte, se acaricia la pelota alegan y nos reímos bastante.

La llegada de la noche se marca con la llegada de la luz que por ahora es de 6 a 10 pm pero en la mitad de marzo la planta ampliara su horario dos horas mas, supongo que la mas lógica es que quede de 5 a 11, pero en estas tierras nunca se sabe. Con la llegada de la noche llega la duchita de final de día y el cambio de pinta, pues es la única parte del día que me pongo camisa y sudadera o pantalones, pa eso de evitar un poquito la plaga que como buena zona tropical nunca falta. Ya bañaito y vestido me dirijo a la tienda de don Gabriel quien tiene televisor pa todos y con Direct TV, entonces me siento al lado de negritos chiquitos y grandes, de morenas lactando, de perros que pasan, paisas, y demás a ver el noticiero mientras me doy el lujo del día una “gaseosa fría”, como no hay luz sino 4 horas al día, cualquier liquido frió es un lujo y un hielo es solo una idea o un recuerdo, después del noticiero vemos “El jugador” y entre todos se comenta el juego y se hace un parche lo mas de agradable, luego de eso, comienzan las novelas y ahí yo me dirijo a la casa de Cesar a comer y luego me siento en la casa de otro personaje a escuchar musiquita hablar cháchara y fumarnos un porro dentro de una sociedad que estamos montando llamada “el club de Canabineros de San Pacho”, entre chiste y chiste ya somos como 20 los canabineros, y hablamos bobadas hasta que se va la luz, luego cada uno pa su casita y a esperar el nuevo día con los ojos cerrados mirando pa adentro y agradeciéndole a Dios esta oportunidad de disfrutar la vida a otro ritmo.

Esos son los días normales, los anormales es cuando hay paseo, caminata, o viaje. Por ejemplo pa la selva, pa la montaña, pa la reserva, pa Titumate, pa bahia, pa Acandi, pal rió Tanela, pa la finca, pa la isla, ……. O como en estos días que me le voy a seguir la idea al lokete de Narezuan, un tailandés que llego por acá y se enamoro, consiguió mujer y ya tiene hija además de un velero en el que nos vamos a atravesar el golfo pa ir a Necocli y volver, otra aventurita que mas adelante contare.